Desarrollo editorial: de la idea al libro
El editor que desea dar un buen servicio al público y generar ganancias a su empresa sale en busca de manuscritos. «Es al propiciar el desarrollo editorial cuando el editor asume plenamente su doble papel de promotor cultural y prudente hombre de negocios».[1]
Manejo de manuscritos
Es importante que el editor haga un manejo adecuado de los manuscritos para evitar la pérdida de los mismos, la tardanza en la respuesta a los autores en cuanto a la aceptación o el rechazo y otros problemas que podrían traducirse en pérdida de tiempo y dinero.
El editor puede llevar un registro de cuándo se recibió un manuscrito, la fecha en que fue enviado al consultor, cuando fue devuelto al autor, etc. El registro se puede llevar en tarjetas o en una bitácora. Smith señala que el sistema basado en un catálogo de tarjetas de referencia tiene sus ventajas, pues facilita el ordenamiento de miles de manuscritos.
Es preferible guardar tales tarjetas por separado, ordenadas cronológicamente conforme a la fecha de recepción del manuscrito, hasta que se tome la decisión de publicarlo o no. El dato más importante del registro de un manuscrito es el nombre del autor, anotando su apellido o primer nombre según sea la costumbre.
Evaluación del manuscrito para su publicación
Un departamento editorial será eficiente en la medida en que reduzca al mínimo el desperdicio de tiempo y recursos económicos en el análisis de manuscritos que finalmente serán rechazados. Muchos de ellos pueden ser rechazados inmediatamente, independientemente de su buena o mala calidad, si no corresponden a las temáticas que le interesan a la empresa.
En muchas editoriales, tras el rechazo de los “impublicables”, otros manuscritos son leídos por primera vez por un miembro del equipo editorial con la finalidad de ver si amerita el gasto que representa un análisis más a fondo con la lectura a cargo de otros empleados editoriales o consultores externos.
Los consultores externos son especialistas en la materia abordada por el manuscrito sujeto a consideración, o puede ser una autoridad en cuestiones de tipo literario. El punto de vista del consultor puede hacer la diferencia no sólo en cuanto a la decisión de publicar o no un texto sino también haciendo sugerencias que podrían convertir un libro aceptable en uno sobresaliente.
Incluso tras la lectura por parte de empleados o personas ajenas a la empresa, y aunque todos coincidan en la buena calidad del manuscrito, el editor, antes de tomar la decisión de publicar o no un libro, debe contar con los juicios de diversas fuentes: editores especializados, personas del departamento de producción y ventas y del de finanzas, e incluso, su propio juicio.
Cómo llega el manuscrito a la editorial
Pocos manuscritos llegan por si solos a la editorial. Algunos de los diferentes canales por los que llega un manuscrito a un editor son:
El personal: el departamento editorial tiene como principal responsabilidad captar manuscritos.
Buscador de textos: además de los empleados regulares de la empresa y los consejeros voluntarios, puede existir una relación formal y profesional con personas que buscan y hacen llegar manuscritos al editor a cambio de un pequeño porcentaje que se determina con base en la cantidad de libros vendidos.
Premios: la mayoría de los premios literarios del mundo estimulan la creación y son otorgados después de que el libro ha sido publicado.
Agentes literarios: trabaja para el autor, no para la editorial: recibe su manuscrito, lo propone a distintas editoriales y, si es aceptado, negocia con uno de los editores los términos de un contrato para su cliente
Elaboración de manuscritos por encargo: el editor puede discutir con los autores la posibilidad de diseñar un proyecto para escribir un manuscrito referente a temas afines al autor y que sean de interés social.
Principales proyectos de desarrollo
Para que una empresa editorial se consolide puede emprender y desarrollar diversos proyectos:
Series: la edición de una serie de libros de un tipo o acerca de un tema general.
Libros de texto y lecturas suplementarias: éstos representan los ejemplos más importantes de proyectos de desarrollo, muchas veces en forma de serie, que exigen gran esfuerzo durante un periodo prolongado.
Libros de consulta: proyectos tales como diccionarios, enciclopedias y atlas, aun cuando consten de un solo tomo y no formen serie, pueden resultar empresas de grandes proporciones que exigen años de preparación y una inversión considerable de recursos.
Financiamiento para el desarrollo editorial
El proceso editorial genera gastos antes de proporcionar ingresos, si así fuera el caso, debido a la necesidad de pagar personal calificado para la planeación y realización de proyectos. Pero también puede ser necesario hacer desembolsos considerables a través de anticipos para autores, dibujantes, cartógrafos y otros; investigaciones de mercado para la planeación detallada; promoción de la obra antes de su aparición; el costo potencialmente grande, etcétera.
En este sentido se hace necesario buscar fuente de financiamiento, las cuales pueden provenir de la iniciativa privada o pública, y pueden hacerlo a partir de préstamos, créditos o subsidios.
[1] Datus Smith, Guía para la publicación de libros, pág.35
FUENTE: Smith, Datus, Guía para la publicación de libros, Universidad de Guadalajara, México, 1991.
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