sábado, 5 de abril de 2008

GUÍA PARA LA PUBLICACIÓN DE LIBROS (3)

Aspectos financieros
Para Datus Smith, la casa editorial es la que paga al autor, traductor, ilustrador, editor y al fabricante de papel, así como a otras personas relacionadas con la producción, lo mismo que a los vendedores, publicistas y a todos los que intervienen en la comercialización de los libros. A su vez, recibe ingresos de libreros y de personas que compran el libro con los derechos para su utilización.

La editorial, como cualquier otro negocio, espera recibir más dinero del que invierte. La manera más segura de aumentar los ingresos es vender más libros: los costos por unidad de libro se reducen drásticamente en la medida en que aumenta la cantidad de ejemplares impresos.

Costos

Smith propone dos maneras para calcular los costos editoriales. La primera consiste en un registro minucioso de lo que ocurre en cada etapa del proceso y clasificar los costos en las siguientes categorías:

Costos de preparación editorial: comprende los pagos al autor y los honorarios de dibujantes, correctores de estilo, traductores en su caso, diseñador y demás operarios involucrados.

Costos de manufactura: incluyen el pago a la imprenta por concepto de impresión y los correspondientes por papel, tinta, tela, hilo y demás.

Costos de comercialización y distribución: se refiere a los que originan las labores de empleados encargados de recoger pedidos, el empaquetado, cargadores, publicistas y promotores.

En el segundo método, el editor determina la cantidad de ejemplares que han de ser impresos, el precio a menudeo y las posibles exigencias del autor en cuanto al pago de honorarios. Es necesario agrupar estos datos de tal manera que permita evaluar cómo la suma de ellos es afectada por la cantidad de copias impresas:

Costos automáticamente variables: se incrementan automáticamente con la cantidad de ejemplares impresos de cualquier libro.

Pagos de los derechos de autor
Pagos a la imprenta por concepto de impresión
Pago de los materiales que han de ser utilizados (papel, tinta, tela, hilo, grapas, etc.)
Almacenamiento y empaquetado

Costos no variables: son aquellos que no varían en la edición de un libro sea cual sea el número de ejemplares impresos. Preparación editorial, incluyendo corrección, ilustración y diseño de cubierta.

Composición de los originales: abarca lo referente a tipografía, caligrafía y la preparación de la placa.

Costos de promoción: varían de acuerdo con la política editorial correspondiente, afectados por la cantidad de copias impresas, pero no necesariamente determinados por ellas.

Costos generales: son generalmente fijos. Se refieren a los gastos por administración, contabilidad, impuestos, renta, intereses sobre préstamos, etc.

Ingresos

Hay cuatro factores principales que deben ser tomados en cuenta por el editor para calcular los ingresos probables.

Precio al público. Para determinarlo se multiplican los costos de producción por un factor de multiplicación que puede ser 4, 4.5, 5, 6 o aun más en el caso de ciertos tipos de libros.

Cantidad de libros vendidos.

Descuentos a librerías y otros clientes. Los vendedores de libros siempre reciben un descuento por parte del editor.

Costos eventuales de comercialización. Incluyen comisiones a ciertos tipos de representantes de ventas, deudas incobrables de compradores, gastos de envío en caso de que la editorial asuma tal responsabilidad, etc.

Cálculo para recuperar la inversión

El método que suelen emplear los editores para determinar los tirajes y precios de venta es calcular el punto de recuperación del dinero invertido, es decir, la cantidad de ejemplares que es necesario vender para recuperar los costos de producción. Esto se hace dividiendo la suma de gastos para la edición entre el ingreso por ejemplar. No obstante, este método resulta útil sólo para cálculos aproximados.

La necesidad de un crédito editorial

La falta de capital destinado a inversiones a futuro, restringe el desarrollo de la industria editorial en muchas regiones de África, Asia y América Latina. Puesto que la publicación de libros es una industria muy pequeña comparada con la agricultura, la producción de armamentos e instalaciones portuarias, los encargados de la planeación financiera y económica nacionales pocas veces toman en cuenta sus necesidades de crédito.

La falta de acceso a préstamos con intereses razonable ha ocasionado que el editor tenga que recurrir a agiotistas y pagar 25% o más de intereses, el resultado afecta claramente el bienestar colectivo. Tal situación no sólo provoca un incremento en el precio de los libros, incluidos los de texto y otras herramientas básicas de la educación, sino que, debido al costo exagerado del dinero, la editorial no se atreve a imprimir más ejemplares que aquellos que puede vender con certeza.

En este sentido, resulta fundamental el apoyo de instituciones y personas responsables de la educación pública, así como de los intelectuales destacados, para proporcionar al público una idea de cómo su bienestar está relacionado con la capacidad económica de una pequeña pero vital, importante industria.

Economía y servicio público

Pero el editor no tiene derecho a reclamar el apoyo del público si no proporciona un verdadero servicio cotidiano no solamente de interés público, sino también a la construcción del futuro de la industria en las formas ya mencionadas.

La mayoría de los editores verdaderamente exitosos en las industrias desarrolladas del mundo han logrado captar el más preciado elemento del éxito: el respeto y la lealtad de autores, libreros, educadores y lectores debido a que conjugan sus propios intereses con las necesidades del público.

El editor, igual que otros hombres de negocios, tiene una especie de permiso por parte de la sociedad para publicar libros con fines lucrativos. Al arriesgarse a publicar obras de calidad, paga a la sociedad por este privilegio.

FUENTE: Smith, Datus, Guía para la publicación de libros, Universidad de Guadalajara, México, 1991.

No hay comentarios: